Cuando uno puede, nada mejor que viajar y asi ofrecerse la oportunidad de ver,
descubrir, aprender y compartir la danza en su lugar de origen.
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Viaje a Andalucia (Málaga y Granada), agosto 2007
Que placer tomar parte en la Feria de Málaga, pasear por las pequeñas calles, cruzarse con mujeres vestidas de larga falda con lunares, peinetas en el cabello, mantillas en los hombros. Que placer compartir en la calle, de manera espontánea, un baile por Sevillanas y luego pararse para observar el grupo de folclore malagueño que toca en la plaza frente a la Catedral. En la Peña Luis Breva, se escucha una bulería...
En cuanto a Granada, sólo dos palabras : encanto y duende!
Viaje a Andalucia (Sevilla y Córdoba), septiembre 2002
Tener la suerte de ir a Sevilla con ocasión de la bienal de Flamenco es una delicia! Yo tuve esta oportunidad en 2002 y mis actividades diarias se organizaron de la siguiente manera: clases de danza por la mañana, paseos por la ciudad por la tarde y espectáculos por la noche en lugares espléndidos tales como la Maestranza o el teatro Lope de Vega. Una placentera experiencia, un verdadero distrute, entre las callecitas de la ciudad, sus bares y sus tapas, la danza de Cristina Hoyos, la dulzura de la puesta del sol, el cante a palo seco de Enrique Morente, la Giralda, la voz de El Lebrijano, las orillas del Guadalquivir del lado de Triana y obviamente bailar por Sevillanas en la Feria de Otoño.